Corea del Norte disparó nuevos misiles, pero Trump confía en que no violará el acuerdo
Corea del Norte disparó hoy dos nuevos misiles de corto alcance, su tercer test de este tipo en apenas ocho días, en un nuevo desafío que busca aumentar la presión hacia Seúl y Washington por sus próximas maniobras militares conjuntas y por las estancadas negociaciones nucleares, aunque el presidente estadounidense Donald Trump relativizó que esa prueba pudiera afectar las relaciones.
Los proyectiles fueron lanzados a primera hora desde la provincia de Hamgyong del Sur y cayeron en el mar de Japón, tras recorrer una distancia de 220 kilómetros a una altura de 25 kilómetros, aseguró hoy el Estado Mayor Conjunto surcoreano.
Datos recopilados en un análisis inicial por las fuerzas surcoreanas y estadounidense permiten concluir que se trató de dos misiles balísticos de corto alcance de un nuevo tipo, similares a los que el Norte probó anteayer y el pasado día 25, dijo la vocero de la oficina presidencial surcoreana, Ko Min-jung.
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Según la vocera, los países aliados trabajan para determinar el tipo de armas testadas por el Norte, que según se cree son una versión norcoreana del misil tierra-tierra de corto alcance de fabricación rusa Iskander.
Pyongyang señaló que los proyectiles lanzados el miércoles integran «un sistema de nuevo desarrollo de cohetes teledirigidos múltiple y de largo calibre» y calificó los del día 25 -a través de sus medios oficiales- como una nueva variedad de «arma táctica teledirigida».
El líder norcoreano, Kim Jong-un, supervisó personalmente las dos rondas anteriores de lanzamientos, según los medios estatales norcoreanos, que por el momento no informaron sobre los dos misiles disparados hoy.
El Ejecutivo de Seúl convocó a una reunión de emergencia para analizar el último ensayo de misiles del país vecino, que por su alcance estimado podría suponer una amenaza directa para Corea del Sur y para las bases estadounidenses allí instaladas, aunque en ningún caso para el territorio estadounidense.
El secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, restó importancia al nuevo lanzamiento y aseguró que Washington sigue implicado en el diálogo con Pyongyang. «No duden de que estemos comunicándonos con los norcoreanos. Hay conversaciones en curso ahora mismo», dijo Pompeo en una conferencia en Bangkok. Y, después el propio Trump juzgó que las últimas tres pruebas «no son una violación del acuerdo de Singapur, ni se ha discutido cuando nos dimos la mano».
Corea del Norte y Estados Unidos: una tregua epistolar
«Podría ser una violación de las resoluciones de la ONU, pero el presidente Kim no quiere decepcionarme con una violación mi confianza», añadió Trump, según la agencia Ansa. Advirtió que Corea del Norte tiene «mucho que ganar, porque el potencial del país, bajo el liderazgo de Kim Jong-un es ilimitado», pro que si acaso el país violara lo pactado con Estados Unidos, entonces Pyongyang «tendría mucho que perder».
«Puedo estar equivocado, pero creo que el presidente Kim tiene una gran y hermosa visión para su país, y solo Estados Unidos, conmigo presidente, puede hacer realidad esa visión», amplió, y confió en que «hará lo correcto porque es demasiado inteligente para no hacerlo”. “No quieras decepcionar a su amigo, el presidente Trump!», recomendó el magnate. Desde Seúl, Kim Eun-han, vocero del Ministerio de Unificación de Corea del Sur, dijo que el gobierno expresó «profundo pesar» por los lanzamientos que cree que podrían perjudicar los esfuerzos por la paz en la península coreana.