Qué esconde la misteriosa muerte de 5 científicos nucleares rusos
Cinco científicos de la agencia nuclear rusa Rosatom, ubicada en la ciudad cerrada de Sarov, murieron el jueves 8 de agosto atrás a causa de una explosión. Trabajaban en pruebas de «nuevas armas», y brindaban asistencia de ingeniería y técnica sobre la «fuente de energía nuclear» de un motor-cohete para misiles, que se encuentra en desarrollo.
Las víctimas fueron identificadas como Alexey Vyushin; Yevgeny Koratayev; Vyacheslav Lipshev; Sergey Pichugin y Vladislav Yanovsky, y fallecieron durante las pruebas en un sistema de propulsión líquida que involucra isótopos. Valentin Kostyukov, jefe del Centro Nuclear Federal de Rusia (RFNC por sus siglas en inglés), donde desarrollaban sus tareas, manifestó: «Los expertos son héroes nacionales. Estas personas realizaron pruebas bajo condiciones increíblemente difíciles».
Durante el entierro de los ingenieros, el director de Rosatom Alexei Likhachev también los elogió y aseguró que son el «orgullo del país”. Asimismo, agregó: «El trabajo que hagamos más adelante sobre nuevas armas, que ciertamente terminaremos, será el mejor homenaje que les podamos rendir».
Estados Unidos probará una nueva tecnología de misiles
Sarov, conocido durante la Guerra Fría como Arzamas-16, es una de las ciudades secretas de Rusia. El lugar se encuentra cerrado a los extranjeros y se puede acceder allí sólo con un permiso especial, según consignó la CNN. Expertos estadounidenses sostienen el accidente probablemente esté vinculado a las pruebas de un misil de crucero, que Rusia busca desarrollar, el 9M730 «Burevestnik». El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, se negó a confirmar que se tratase del «Burevestnik», pero sostuvo que el nivel ruso en cuanto a misiles con motores nucleares «excede significativamente el alcanzado por otros países y es bastante excepcional».
Alerta. El hecho encendió el alerta dado que el nivel de radiactividad tras la explosión excedió en más de 16 veces el habitual. Así lo indicó la agencia rusa de meteorología, desde donde aclararon que esto no implica ningún peligro para la salud.
«Seis de los ocho sensores de Severodvinsk registraron que los niveles de radiación eran entre cuatro y dieciséis veces superiores a lo habitual», informó Rosguidromet en un comunicado. En particular, uno de ellos registró una tasa de radioactividad de 1,78 microsieverts/hora, en tanto el límite reglamentario en ese país es de 0,6, y la radiactividad natural media en Severodvinsk es de 0,11. Sin embargo, estos niveles de radiactividad se redujeron rápidamente y volvieron a la normalidad a las pocas horas.
Trump. Mediante su cuenta de Twitter, el presidente estadounidense Donald Trump se refirió al tema al asegurar: «Estados Unidos está aprendiendo mucho de la fallida explosión de misiles en Rusia. Tenemos tecnología similar, aunque más avanzada»
The United States is learning much from the failed missile explosion in Russia. We have similar, though more advanced, technology. The Russian “Skyfall” explosion has people worried about the air around the facility, and far beyond. Not good!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) August 12, 2019
«La explosión rusa tiene a la gente preocupada por el aire alrededor de las instalaciones y mucho más allá. ¡No está bien!», concluyó.
F.D.S./F.F.