Predicadores evangélicos
El Departamento de Estado organizó la Segunda Conferencia para Promover la Libertad Religiosa con la participación de 106 países. El vicepresidente Mike Pence y el secretario Mike Pompeo fueron los principales oradores. Pence se definió como “cristiano, conservador y republicano”; se convirtió a la Iglesia “Evangelistas Cristianos Nacidos de Nuevo” durante la Universidad. El secretario Pompeo contactó a los grupos evangélicos cuando cursaba la Academia de West Point y se incorporó a la Iglesia Presbiteriana. Tanto Pence como Pompeo son miembros de la facción conservadora Tea Party.
El vicepresidente Pence señaló que el 83% de la población vive en naciones donde la libertad religiosa es perseguida. Entre los países nombrados están Nicaragua, Venezuela, Irán, Myanmar, Corea del Norte y China. En este país el número de cristianos ya supera los 130 millones. También están en la lista otros países donde se utiliza la persecución religiosa para censurar a los opositores. En palabras del vicepresidente “la persecución de cristianos en el mundo está cerca de los niveles de genocidio”.
La libertad religiosa es parte de la Constitución de los EE.UU.; el mismo principio está inscripto en la Declaración de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. Pence sostiene que las libertades son derechos inalienables concedidos por el Creador y que el pueblo americano debe vivir según su conciencia y no cediendo al gobierno.
La cruzada de Pence y Pompeo pareciera vincular la libertad religiosa con la de mercado. El cuestionamiento a los países y en especial a China alcanza al sistema de gobierno. El Acuerdo firmado entre el Vaticano y China en 2018 provocó la reacción del Embajador para la Libertad Religiosa, Sam Brownback, sostuvo que alentaría la persecución de los cristianos. Los Estados Unidos parecieran asumir la defensa de los cristianos desafiando al papa Francisco I.
La Declaración de Derechos Humanos reconoce que todos tienen el derecho de manifestar su religión, por la enseñanza, la práctica, el culto y la observancia. El artículo no hace referencia al proselitismo que practican sectores del cristianismo que también se involucran en la sociedad civil para que la forma de vida de los no-creyentes se ajuste a sus creencias. El proselitismo lleva a la confrontación para alentar la conversión. Cuando Pence afirma que el pueblo debe vivir de acuerdo a su conciencia y resistir las políticas de gobierno que no concuerdan con “derechos inalienables concedidos por el Creador” convoca a rechazar otros derechos producto del consenso social.
La democracia debe garantizar la libertad religiosa respetando el derecho de otros de practicar otras o ninguna creencia.
Mike Pence aspira que los Estados Unidos continúen anhelando ser la Ciudad en el Monte que deseaba John Winthrop donde se ubican Pence and Pompeo esperando que el mundo se postre a sus pies.
*Diplomático.