Presión económica y desinformación: un informe reveló las tácticas de Rusia para expandir su influencia en América Latina
En su afán de sostener una «lucha global», Rusia viene desplegando mecanismos para expandir su influencia en América Latina, incluyendo alianzas económicas y campañas de desinformación. Así lo afirmaron los autores del reciente informe del Centro de Estudios para la Democracia (CSD, por sus siglas en inglés), una organización promueve de la democracia y el libre mercado.
Titulada «Manual del Kremlin para América Latina y el Caribe», la investigación del reconocido tanque de ideas europeo indagó cómo el gobierno de Vladimir Putin busca capitalizar la «debilidad» de los países latinoamericanos, tanto a nivel institucional como económico, para avanzar en su agenda regional.
A partir de la invasión de Ucrania y la justificación de su «operación militar», Rusia se convirtió en un paria en el orden global liberal. A la catarata de sanciones impuestas por Estados Unidos y la Unión Europea, en buena parte del mundo surgió el interrogante (y la preocupación, en muchos casos) sobre el impacto que podrían tener las acciones rusas en regiones estratégicas.
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Pero hasta el momento nadie había traducido la «influencia rusa» en la región a la rigurosidad de los datos. En ese contexto el CDS una investigación que data desde hace 10 años, financiada por la Fundación Nacional para la Democracia (NED), una iniciativa del Congreso estadounidense durante la Guerra Fría para exportar las ideas democráticas.
Detalles del informe sobre Rusia y América Latina
Según los autores del informe, América Latina se convirtió en un «terreno fértil» para las estrategias que Rusia ya había desplegado en Europa y en África, en pos de «dividir y polarizar» a la opinión pública mundial. Con foco en 5 países (incluida Argentina), detallaron que Moscú tiene la intención de «manipular instituciones» y expandir su influencia a través de sectores estratégicos como la energía, la minería y las finanzas, sin importar la naturaleza de los gobiernos, ya sean democráticos o autoritarios.
«Una década de investigación revela cómo Rusia ha desarrollado y mantenido redes de captura en Europa y ahora globalmente. Esto muestra la meta de expandir su influencia económica y política al explotar vulnerabilidades institucionales de países que no pueden contrarrestarlo«, señaló Martin Vladimirov, director del Programa de Energía y Clima del CDS, en la conferencia virtual a la que asistió PERFIL este miércoles.
«Es una oportunidad única para informar el alcance global de Rusia. No hay otro reporte que haya tratado de profundizar el impacto de su huella económica en distintos sectores y países», agregó.
Además, Vladimirov indicó que Rusia quiere «ganar el apoyo público de los pueblos en esta lucha global» a través de estos mecanismos que también incluye la «cooptación de élites» locales. Esto implica «penetrar sectores estratégicos en donde no hay instituciones que prevengan este proceso».
Presión económica y desinformación
En esa línea, el informe destaca la creciente influencia de empresas rusas en la región, como por ejemplo en Brasil. La mayor economía latinoamericana tiene un estrecho vínculo con Rusia en varios rubros, como el mercado de fertilizantes. Una dependencia en favor de Moscú que llegó al 40% del mercado brasileño en 2024. «Esto influye en la política exterior brasileña», apuntó por su parte German Rueda Orejarena, uno de los autores del estudio.
El informe también cita el caso de Panamá, en relación al flujo de activos financieros y la fuerte presencia rusa en los centros off shore. «Es uno de los aspectos más opacos es que permiten a Rusia evadir las sanciones internacionales y continuar con actividad comercial especialmente en el rubro del petróleo«, agregó el expositor.
Como parte de este escenario, un aspecto que destaca el informe es la desinformación, que no solo incluye la difusión de noticias falsas sino campañas de propaganda con narrativas prorrusas a través de redes sociales.
«Se alimentan de sentimientos antiimperialistas y antiestadounidenses comunes en la región. Buscan penetrar en la política interna y moldear la opinión pública», agregó Orejarena. Por otro lado, también detalló que entre 2015 y 2023 se redujo un 15% la «percepción positiva» sobre Rusia en los países indagados, tras el impacto de la guerra en Ucrania.
Ante la consulta de este medio sobre las implicancias de las tácticas de desinformación, los autores del citaron una campaña del medio ruso Russia Today (RT) en ciudad de México, donde se empapelaron lugares y transporte público con la leyenda «la información no tiene fronteras». Otro caso fue la anulación del contrato de Telesur por el expresidente argentino Mauricio Macri en 2016. «Rusia amenazó con bloquear las importaciones de carne de Argentina», indicaron al respecto.
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El caso argentino
En otro apartado, el informe señala que la estrategia de «captura estatal» de Rusia no se limita a regímenes autoritarios, sus aliados en la región. Sino que también se manifiesta en países como Argentina, democráticos pero con urgencias económicas. La estrategia, en tanto, es «cooptar» en las élites políticas y económicas a través de relaciones comerciales, proyectos conjuntos y vínculos personales con figuras clave.
La investigación da cuenta de que Rusia invirtió localmente en los sectores de petróleo, gas y energía nuclear, estableciendo diálogos con actores económicos y políticos interpretados en clave geopolítica por los autores. En esa línea, destaca el estrecho vínculo entre el kirchnerismo con el gobierno de Putin, y cómo cambió la relación tras la asunción del libertario Javier Milei, profeso aliado del presidente ucraniano Volodímir Zelensky.
«Las relaciones diplomáticas han decaído notablemente, sobre todo desde que Javier Milei llegó a la presidencia. A pesar de esto, Rusia todavía tiene vías para influir en la política y la opinión pública argentina», indicaron.
A modo de ejemplo de estas contradicciones, citaron la conformación de un Grupo de Amistad con Rusia, impulsado por la diputada nacional libertaria Marcela Pagano, que promueve intercambios culturales y parlamentarios, incluso en un contexto de oposición a la invasión rusa de Ucrania por parte de algunos sectores.
«El Manual del Kremlin»
El «Manual del Kremlin», en tanto, es un concepto utilizado por países que sostienen la narrativa de que Rusia usa un conjunto de tácticas y estrategias para modificar las reglas del orden global. Entre ellas, la presión económica y la desinformación, pero también el apoyo a regímenes autoritarios y la promoción de alianzas comerciales con el fin de «desestabilizar y promover intereses rusos en el extranjero».
«Esta influencia tan maliciosa que ejerce Rusia en la región es un área donde opinión pública no está suficientemente consciente ni alerta», apuntó por su lado Miriam Kornblith, que como directora senior para América Latina y el Caribe representó a la Fundación NED en la presentación del informe.
Al cierre, los participantes del evento discutieron estrategias para contrarrestar esta influencia, enfatizando la necesidad de fortalecer las instituciones democráticas en la región.
Gi