Carla Bruni-Sarkozy fue imputada por manipulación de testigo y soborno en la investigación contra su marido
La exprimera dama francesa Carla Bruni-Sarkozy fue imputada hoy en el marco de una investigación sobre la presunta financiación libia de la campaña presidencial de 2007 de su marido, Nicolas Sarkozy. El hombre de 56 años fue acusado de ocultar pruebas y asociarse con criminales para cometer fraude.
La cantante, actriz y modelo fue puesta bajo control judicial y se le prohibió tener contacto con todos los acusados, excepto con su marido, indicó la AFP. Es sospechosa de encubrimiento de manipulación de testigos y de estar involucrada en un intento de soborno a personal judicial libanés, entre otras violaciones. Sus abogados, Paul Mallet y Benoit Martínez, no hicieron comentarios.
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Sarkozy, de 69 años, fue acusado en octubre de 2023 de manipulación ilegal de testigos, como parte de una investigación sobre si aceptó dinero del difunto dictador libio Muamar Gadafi para financiar su campaña electoral de 2007. Los investigadores sospechan que varias personas, algunas de ellas cercanas a Sarkozy, estuvieron involucradas en el pago a un testigo clave en ese caso para que se retractara de una declaración que hizo incriminando al expresidente.
Bruni-Sarkozy podría ser acusada o recibir el estatus de “testigo asistido”, lo que según el sistema jurídico francés no equivale a ser acusado formalmente. Los investigadores ya la interrogaron dos veces: primero como testigo en junio de 2023 y luego como sospechosa a principios de mayo.
Las claves de la acusación contra el matrimonio Sarkozy
Una investigación mostró que Bruni-Sarkozy borró todos los mensajes intercambiados con la «reina de los paparazzi» francesa, Michele Marchand, el día en que Marchand fue acusada de manipulación de testigos en junio de 2021. Las autoridades se interesaron por Bruni-Sarkozy cuando Marchand justificó sus viajes a la casa de Sarkozy como visitas sociales con la cantante.
Por su parte, el empresario franco-libanés Ziad Takieddine había afirmado en varias ocasiones que había ayudado a entregar hasta cinco millones de euros (5,4 millones de dólares al cambio actual) en efectivo de Muamar Gadafi al presidente Sarkozy y su jefe de Gabinete en 2006 y 2007.
Sin embargo, en 2020, Takieddine se retractó repentinamente de su declaración incriminatoria, lo que generó sospechas de que Sarkozy y sus aliados cercanos le podrían haber pagado al testigo para que cambiara de opinión.
Sarkozy deberá enfrentar su juicio en 2025, por las acusaciones de que conspiró para tomar dinero del líder libio para financiar ilegalmente su campaña —posteriormente victoriosa— de 2007 para convertirse en presidente de Francia. El político de derecha, que gobernó Francia entre 2007 y 2012, ha enfrentado una letanía de problemas legales desde que dejó el cargo.
ML / Gi