El testigo estrella de la fiscalía que declaró contra Trump: «Yo hacía todo lo que podía y aún más para proteger a mi jefe»
Michael Cohen, ex hombre de confianza y abogado personal de Donald Trump, volvió el martes a la corte de Manhattan para ser interrogado en el marco del juicio que tiene al exmandatario republicano en el banquillo de acusados por los pagos encubiertos a la exactriz porno Stormy Daniels. Durante su declaración, el hombre recordó que su anterior jefe le decía: «No te preocupes, todo va a estar bien, soy el presidente de Estados Unidos».
Cohen, que trabajó entre 2006 a 2018 para Trump como abogado personal y hombre para todo, es el testigo estrella de la fiscalía en el primer juicio penal de un exocupante de la Casa Blanca. El hombre respondió preguntas de los fiscales durante más de cinco horas el lunes, mientras que en esta jornada fue interrogado por la defensa del magnate que intenta desacreditar su versión.
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El testigo, al que llamaban «pitbull» por su celo para proteger a su jefe, ya se declaró culpable y fue condenado a tres años de cárcel (solo cumplió 13 meses y un año y medio en arresto domiciliario) por mentir al Congreso y por delitos financieros y electorales, además de perder su licencia de abogado.
El lunes, Cohen explicó al jurado cómo organizó el pago a Daniels para evitar que ella hiciera pública su supuesta cita extramatrimonial de 2006 con Trump, una revelación que podría haber sido «catastrófica» para su candidatura a la Casa Blanca. En ese sentido, detalló que la campaña del republicano buscaba comprar historias poco halagadoras, una práctica conocida como «atrapar y matar», que es lo que supuestamente sucedió con la exactriz porno.
Según documentos mostrados en la Corte, Cohen pagó de su bolsillo 130.000 dólares a Daniels en la recta final de las elecciones de 2016 para comprar su silencio por una supuesta relación sexual con Trump ocurrida diez años antes, con el fin de apagar un posible escándalo que podría haber resultado fatal para sus aspiraciones de llegar a la Casa Blanca.
En tanto, el republicano le devolvió 420.000 dólares, que incluían los impuestos y los servicios prestados entre otros conceptos, en 11 cheques, la mayoría firmados de su puño y letra, tras la presentación de facturas falsas por Cohen. El último pago lo realizó el 1 de diciembre de 2017, cuando era presidente.
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«Yo hacía todo lo que podía y aún más para proteger a mi jefe y lo hacía desde hacía mucho tiempo», justificó el hombre. En esa línea, indicó que hizo los pagos «para garantizar que la historia no saliera a la luz y no afectara las posibilidades del señor Trump de convertirse en presidente de Estados Unidos».
Luego, el fiscal le preguntó a Cohen si habría pagado el dinero si no fuera para la campaña. «No», respondió y agregó que violó la ley «en nombre del señor Trump».
Sumado a esto, el exabogado reveló que su anterior jefe lo había tranquilizado después de que agentes del FBI allanaron su habitación de hotel y su oficina en 2018 en busca de pruebas del fraude bancario y los pagos de silencio en el centro del caso.
Al respecto, Cohen afirmó que confiaba en la protección del exmandatario para no ser investigado y recordó que Trump le dijo: «No te preocupes, todo va a estar bien, soy el presidente de los Estados Unidos». «Me sentí tranquilo porque el presidente de Estados Unidos me protegía», testificó el condenado.
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«Me arrepiento de haber hecho cosas por él que no debía, de haber mentido, de haber intimidado a la gente para lograr un objetivo», expresó el hombre. «Para mantener la lealtad y hacer las cosas que él me había pedido, violé mi brújula moral y sufrí la pena, al igual que mi familia», agregó.
El caso de Stormy Daniels fue uno de varios escándalos que el magnate inmobiliario trató de sofocar en vísperas de las elecciones que ganó frente a la exprimera dama y exsecretaria de Estado Hillary Clinton. En ese entonces, Trump habría expresado su temor por el efecto «catastrófico» que provocarían esas revelaciones y el «odio» de parte del electorado femenino.
La fiscalía de Manhattan acusa a Trump de 34 delitos de falsificación contable. De ser hallado culpable por el jurado que sellará su suerte, podría suponerle una pena de cárcel. Pero incluso si es sentenciado a prisión, el exmandatario podrá competir por la presidencia en las elecciones del 5 de noviembre, y en caso de ser electo, volver a la Casa Blanca el 20 de enero de 2025.
Una corte de apelaciones se inhibió en el recurso de Trump para anular la orden de silencio que le impuso el juez que preside el juicio, Juan Merchan, y que le prohíbe hablar en público de los testigos, jurado y personal de la corte.
Además del caso de Nueva York, Trump fue acusado en Washington y Georgia de intentar revertir los resultados de la elección de 2020 y de llevarse documentos clasificados al dejar la Casa Blanca en 2021, aunque este juicio fue pospuesto indefinidamente.
Las declaraciones de Donald Trump: «Es un caso del Partido Demócrata contra Estados Unidos»
Trump recibió el apoyo del presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, y de su otrora rival para la nominación republicana y posible candidato a la vicepresidencia, Vivek Ramaswamy.
«Este no es un juicio a Donald Trump. Es un caso del Partido Demócrata contra Estados Unidos», dijo el candidato del Partido Republicano a las elecciones de noviembre, frente al actual inquilino de la Casa Blanca, Joe Biden.
«Es el mayor esfuerzo para interferir y robar una elección federal en la historia política estadounidense«, afirmó a su llegada a la Corte, a la que también acudió este martes el presidente de la Cámara de Representantes del Congreso, en apoyo a su jefe de filas.
En la línea de Trump, Johson declaró que el sistema de justicia está siendo «instrumentalizado» contra el primer expresidente en sentarse en el banquillo de la justicia penal, que repite que es víctima de una caza de brujas y de interferencia electoral.
mb / ds