Ecuador enfrenta una tormenta diplomática por el allanamiento de la embajada mexicana

México exigió ayer “garantías” para que su personal diplomático salga de Ecuador, tras el asalto policial a su embajada en Quito que culminó en la detención del exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas refugiado en ese lugar y buscado por la Justicia de su país.

El impactante operativo, sin antecedentes cercanos en el mundo, llevó al presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador a romper relaciones diplomáticas con Ecuador por lo que calificó de “violación flagrante al derecho internacional y a la soberanía de México”.

Ayer, la Secretaría de Relaciones Exteriores mexicana demandó “las garantías necesarias por parte de Ecuador para la salida del personal (diplomático) mexicano”, según un comunicado. Imágenes de la noche del viernes muestran a varios uniformados ecuatorianos armados y con un ariete frente a la embajada. Al menos uno de ellos escaló el enrejado que rodea el edificio para ingresar y detener a Glas, quien enfrenta cargos de corrupción y a quien México concedió asilo el mismo viernes tras haberlo refugiado desde diciembre.

El exvicepresidente ingresó después de que la Policía Nacional ordenara su detención para prestar declaración ante la Fiscalía por el caso de posible malversación de caudales públicos en la reconstrucción de la provincia de Manabí tras el terremoto de 2016, que dejó más de 670 muertos. La embajada mexicana en Quito permanecía ayer rodeada por policías la mañana del sábado y la bandera del país había sido removida de su asta en el patio.

La noche anterior, la canciller mexicana, Alicia Bárcena, dijo a los medios que aguardaba una respuesta de Ecuador para enviar un avión y así evacuar a sus diplomáticos. “Estamos viendo cuál es la mejor forma de sacar a nuestro personal” y a sus familias, afirmó. 

“Brutal”. Glas, vicepresidente del socialista Rafael Correa entre 2013 y 2017, tiene una orden de prisión preventiva por un presunto peculado en obras públicas contratadas luego del devastador terremoto en la costa ecuatoriana en 2016. Ayer, el político de 54 años salió de la instalación judicial donde estaba retenido, en medio de un operativo de seguridad con varios vehículos blindados. 

Fue trasladado a una cárcel de máxima seguridad en Guayaquil conocida como ‘La roca’, según la autoridad carcelaria. 

Las autoridades penitenciarias de Ecuador confirmaron el traslado. El comunicado del Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores (SNAI), publicado en redes sociales, anuncia que Glas –a quien identifica como “el ciudadano Jorge G.”– fue trasladado al Centro de Privación de Libertad (CPL) Guayas N° 3, más conocido como la cárcel de La Roca, la prisión de máxima seguridad que alberga a algunos de los criminales más notorios del país.

El traslado tuvo lugar después de que el exvicepresidente se pasara toda esta madrugada en la Unidad de Delitos Flagrantes de la Fiscalía General del Estado de Ecuador, en Quito.

Ya en La Roca, las autoridades penitenciarias le realizaron una evaluación médica “de conformidad con los criterios de clasificación inicial” penitenciaria, de acuerdo con la nota del SNAI, que especifica que el traslado ha tenido lugar “en medio de un estricto operativo coordinado entre las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional”.

México calificó el operativo como una “brutal irrupción” y denunció “violencia física” contra el jefe de misión Roberto Canseco, quien fue sometido en el suelo por un uniformado, según imágenes de la televisión ecuatoriana. El diplomático se encuentra “bien” al igual que le resto de la delegación, indicó la canciller Bárcena. 

El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, defendió la medida alegando un “abuso de las inmunidades y privilegios” concedidos a la misión diplomática. “El gobierno nacional defiende la soberanía nacional, sin permitir que nadie tome injerencia en los asuntos internos del país”, sostuvo la presidencia de Ecuador en una serie de mensajes en la red social X a la  medianoche.

México anunció que presentará una denuncia ante la Corte Internacional de Justicia. La Convención de Viena garantiza la inviolabilidad del territorio de una embajada.

Noboa “rompió todos los esquemas del comportamiento de la diplomacia tradicional”, dijo Roberto Beltrán Zambrano, profesor de gestión de conflictos de la Universidad Técnica Particular de Loja, en Ecuador.

Escalada. La crisis diplomática se inició el miércoles, cuando López Obrador planteó un paralelismo entre la violencia que marcó la campaña presidencial ecuatoriana de 2023, durante la cual fue asesinado el candidato Fernando Villavicencio, y la criminalidad que se registra en México de cara a las elecciones del 2 de junio.

Según el mandatario mexicano, el crimen de Villavicencio creó un “ambiente enrarecido de violencia” que provocó la caída en las encuestas de la candidata izquierdista Luisa González y el repunte de Noboa, quien resultó ganador. Duro crítico del expresidente Correa (2007-2017), Villavicencio era conocido por sus denuncias sobre el poder del narcotráfico.

El gobierno de Noboa consideró que esos comentarios “ofenden al Estado ecuatoriano” y expulsó a la embajadora mexicana Raquel Serur, quien aún no ha salido del país. 

En respuesta, México concedió el viernes asilo político a Glas, quien permanecía refugiado en su sede diplomática de Quito desde diciembre, alegando una persecución política en su contra. 

Ecuador calificó la decisión como “ilícita” y rodeó la embajada con policías en señal de “protesta”. En la noche lanzó el operativo que resultó en la captura del exvicepresidente y la ruptura diplomática.

Reacciones regionales. Los gobiernos de Brasil, Venezuela, Cuba, Bolivia y Honduras –todos de izquierda– condenaron ayer el operativo. “Constituye una acción que ni en las más atroces dictaduras en la región, como la de Augusto Pinochet en Chile o Jorge Rafael Videla en Argentina, se hayan registrado”, dijo la cancillería venezolana en un comunicado. Por su parte, el gobierno de Nicaragua anunció la ruptura de “toda relación diplomática” con Ecuador. “Ante la insólita y repudiable acción nuestra contundente, enfática e irrevocable repulsa, que convertimos en nuestra Decisión Soberana de romper toda relación diplomática con el gobierno ecuatoriano”, dijo el gobierno del presidente Daniel Ortega en un comunicado.

“Toda mi solidaridad con el presidente y amigo (Andrés Manuel) López Obrador”, dijo en X el mandatario brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, cuyo gobierno condenó la acción “en los términos más firmes”. El expresidente Correa, exiliado en Bélgica desde 2017 y condenado en ausencia a ocho años de prisión por corrupción, dijo que Glas fue agredido durante su detención. 

“Jorge tiene dificultades para caminar porque fue golpeado. Todo esto es una locura”, escribió Correa en la red social X.

Condena de Argentina y de CFK

Agencias

El gobierno argentino condenó la irrupción policial en la embajada mexicana en Quito, pero aprovechó la ocasión para recordar que tiene pendiente una disputa diplomática con Venezuela por los seis opositores que se refugiaron en su embajada de Caracas. 

“Como Estado Parte de la Convención sobre Asilo Diplomático de 1954 que ha otorgado recientemente esta condición a dirigentes políticos venezolanos y se encuentra a la espera de la emisión de los correspondientes salvoconductos, la República Argentina se une a los países de la región en la condena a lo sucedido anoche en la Embajada de México en Ecuador y llama a la plena observancia de las disposiciones de aquel instrumento internacional así como de las obligaciones que surgen de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas”, sostiene el comunicado divulgado por la cancillería argentina.

Por su parte, la expresidenta Cristina Kirchner sostuvo que el episodio constituye “una agresión sin precedentes en territorio americano que vulnera tanto el derecho internacional como la tradición histórica de la República de México en materia de asilo político. 

“Desde ese país se construyó el concepto amplio del derecho de asilo, que no sólo salvó la vida de argentinos y argentinas en los momentos más oscuros de nuestra historia reciente, sino también la de muchos ciudadanos y ciudadanas del mundo. Nuestra solidaridad con el pueblo de México y su presidente”, escribió Cristina Kirchner en su cuenta de X.