Evo fue entrevistado por Glenn Greenwald: «Esta conspiración es como otro Plan Cóndor»

Exiliado en Argentina, el expresidente de Bolivia Evo Morales, volvió a dejar en claro que se consideraba víctima de un golpe de Estado clásico en su país que lo obligó a dejar el poder el 10 de noviembre pasado y viajar primero a México para luego recalar en Argentina.

El ex mandatario brindó una entrevista al periodista Glenn Greenwald del medio The Intercept de Brasil, luego de dejar su cargo tras un período de inestabilidad política por el informe de la Organización de los Estados Americanos (OEA) sobre las irregularidades en las elecciones que lo habían declarado nuevamente presidente.

Morales dejó en claro que se consideraba víctima de un golpe de estado clásico y lo comparó con las situaciones que vivieron en recientes años los gobiernos de izquierda como los de Brasil, Argentina y Ecuador, asediados por causas judiciales por corrupción.

«Siento que esta nueva conspiración, tal como fue contra Dilma, como lo fue contra Correa [en Ecuador] o Argentina, es como otro Plan Cóndor, ya no encabezada por los militares, incluso con su participación», dijo en referencia a los golpes que se repitieron en América Latina durante el siglo pasado.

En esa línea, también hizo referencia sobre las fuerzas detrás del golpe y sus motivaciones, el papel desempeñado por Estados Unidos en América Latina. «Primero, teníamos en el estatuto constitutivo de la Unasur, respetar autoridades electas sean de derecha o izquierda. Desde que algunos partidos o presidentes de derecha ganaron las elecciones en sudamérica, empezaron a sepultar y destrozar a la Unasur. Esa visión para esta clase de golpes reconoce a un golpista», señaló.

«Pero en América Latina evidentemente ha habido un momento tan importante y con tantos gobierno recientes de izquierda: Lula, Kirchner, Cristina, Correa, Chávez. Si hablamos a nivel de Celac, también está Fidel Castro«, agregó. En esa línea, siguió: «Aunque el golpe de Estado empezó en Hondoras con Zelada. Ahí se separaron países que se juntaban como países liberadores en el alma. Otra vez amedrentamiento, hostigamiento o escarmiento».

«Siento que esta nueva conspiración, así como hubo contra Dilma, contra Correa o en Argentina, es como otra Plan Cóndor. Con participación de militares, y decir las políticas Washigton o el Alca se repiten, pero ahora en base a la llamada Alianza del Pacífico, destrozaron organismos de integración como Unasur y Celac, orientado a acomodar el capital en pocas manos», concluyó Evo.

ED