Entre reuniones con CFK y exiliados bolivianos, Evo Morales hace de Argentina su búnker electoral
El expresidente de Bolivia, Evo Morales, confirmó que se encuentra liderando la campaña de su partido socialista de cara a las próximas elecciones presidenciales. Esto sucede con el visto bueno del gobierno de Alberto Fernández para opinar sobre la política boliviana, y contra los deseos del gobierno interino de su país, que amenaza con emprender acciones legales contra la Argentina.
Refugiado en la ciudad de Buenos Aires desde el 12 de diciembre, Morales dio una entrevista al diario Página/12 en la que confirmó que se encuentra trabajando como jefe de campaña del partido Movimiento al Socialismo (MAS): «Ya estamos en campaña. Estamos sosteniendo algunas reuniones», confirmó para luego decir que está «muy agradecido con el presidente Alberto Fernández».
«Entiendo perfectamente mi responsabilidad como refugiado, sobre cuál debe ser mi comportamiento político», dijo Morales, pero advirtió que espera «aportar mi experiencia para los nuevos políticos no solamente de Bolivia, sino también latinoamericanos».
Morales contó que el lunes se reunió con la vicepresidenta Cristina Kirchner: «Escucho sus recomendaciones, sus sugerencias». «Es una buena compañera con mucha experiencia», explicó.
«Yo me acuerdo, por ejemplo, en su gestión de presidenta que EE.UU y Canadá nos habían bloqueado la venta de trigo y harina para el pan. Antes no podíamos producir en nuestro país nuestro pan. Si faltaba pan, Evo era el culpable del sabotaje del imperio norteamericano. Entonces llamé a la hermana Cristina para que me venda trigo y harina. Me mandó trigo y lo resolvimos. Tengo mucho respeto, conversamos muchos temas importantes».
Bolivia anticipó acciones legales contra Alberto Fernández por «favorecer» a Evo Morales
Buenos Aires, búnker de campaña del MAS
«Cuando uno hace campaña sin ser candidato gana más autoridad», reflexionó al relatar cuál es la actividad política que lleva a cabo en suelo argentino.
«No siempre uno tiene que ser candidato para hacer campaña», confesó Evo. No soy presidente, o tal vez legalmente lo sea, pero ese es un debate jurídico. No soy candidato. Hay nuevos líderes hombres y mujeres, profesionales también. Antes solamente éramos campesinos, pero ahora hay otros sectores sociales. Vamos a organizarnos. Dos mil, tres mil compañeros me llaman telefónicamente».
En la entrevista, Morales dijo que en Argentina se siente «más seguro gracias al gobierno argentino y al pueblo argentino que me sorprende y me da mucha energía. Para hacer política se necesita fuerza y energía y eso me lo da gente que me alienta».
«Mi centro de operación va a ser Buenos Aires», confirmó Morales, en claro desafío a la exigencia del gobierno interino de su país, que lo acusa de fraude electoral, corrupción y terrorismo, y espera que la justicia dicte una orden de detención en su contra.
«Hemos realizado muchas reuniones, incluso hay gente que quiere hacer huelga de hambre», contó. «La autoproclamada«, dijo refiriéndose a la presidenta interina jeanine Áñez, «sabe que en la Argentina y en el trópico ganamos por un gran porcentaje y por eso dicen que en esa zona y en la Argentina no va haber votación».
El gobierno boliviano dijo el lunes que denunciará a la Argentina ante un tribunal internacional por «favorecer» las actividades políticas de Morales. «Está claro que hay un interés de la Argentina de favorecer al expresidente Evo Morales, pero nosotros vamos a hacer las denuncias correspondientes en las instancias internacionales», afirmó el ministro de la Presidencia, Yerko Núñez.
D.S.