No es chiste: el chavismo recomienda no viajar a EEUU por «proliferación de la violencia armada»
El gobierno de Venezuela -uno de los países más violentos de la región y del que en los últimos 3 años huyeron 3.3 millones de personas- recomendó este lunes a sus ciudadanos que posterguen sus viajes a Estados Unidos debido a los tiroteos en ese país que dejaron 31 muertos. Un comunicado de la cancillería indicó que «ante la proliferación de hechos de violencia y crímenes de odio indiscriminado» se recomendaba a los venezolanos «postergar sus viajes o, en todo caso, extremar las precauciones durante los mismos».
Dos masacres azotaron Estados Unidos el fin de semana: la primera en El Paso (Texas, sur) y luego en Dayton (Ohio, noreste), con saldo de 31 muertos y unos 50 heridos, según el más reciente balance oficial. «Estos crecientes actos de violencia han encontrado eco y sustento en los discursos y acciones impregnadas de discriminación racial y odio contra las poblaciones migrantes, pronunciados y ejecutados desde la élite supremacista que detenta el poder político en Washington», denunció el texto.
La cancillería venezolana alertó específicamente que la seguridad de sus ciudadanos «corre especial riesgo tras haber sido declarados como amenaza inusual y extraordinaria a la seguridad nacional de los Estados Unidos de América desde 2015».
En abril, Washington renovó una alerta a sus ciudadanos para que no viajaran a Venezuela. Bajo fuerte presión del presidente Donald Trump para sacarlo del poder, el gobierno de Nicolás Maduro pidió evitar ciudades como Cleveland, Detroit, Baltimore, Oakland y Atlanta, a las que ubica entre las «más peligrosas del mundo». La cancillería alertó específicamente que la seguridad de sus ciudadanos «corre especial riesgo tras haber sido declarados como amenaza inusual y extraordinaria a la seguridad nacional de los Estados Unidos de América desde 2015».
La recomendación ocurre en plena guerra fría entre EEUU y Venezuela, y meses después de que Amnistía Internacional denunciara que el país gobernado por Maduro atraviesa una «violencia armada endémica» que provocó un aumento de las ejecuciones extrajudiciales practicadas por el Estado y que está especialmente dirigida contra los jóvenes en situación de vulnerabilidad.
Unos 3,3 millones de venezolanos escaparon desde enero de 2016, a medida que se agravó la crisis, marcada en buena parte por la inseguridad y los altos índices de violencia.
«Las políticas y acciones del Gobierno criminalizan y matan a los hombres jóvenes en situación de pobreza, en un contexto creciente de inseguridad en el país y desesperación de la población», declaró el director de AI, Esteban Beltrán en septiembre de 2018. La organización, que constata las violaciones de los derechos humanos y la represión ejercidas por el Estado de ese país contra la población más vulnerable, indicó que aproximadamente el 55 % de los 21.752 homicidios cometidos en 2016 fueron contra personas de entre 15 y 30 años, una tendencia que se mantiene desde hace varios años.
«Los que mueren son jóvenes en zonas deprimidas y pobres» que son vistos como «enemigos a erradicar, delincuentes,» y lo hacen en un contexto de inseguridad «enorme», ya que, solo en 2016, entre 65.000 y 87.000 venezolanos fueron víctimas de la violencia armada en el país, informó AI, que además indica que desde 2016, 11 de los 19 ministros de seguridad ciudadana en el país fueron integrantes de las fuerzas armadas, una «lógica militar» que, para Beltrán, ha ocasionado «detenciones arbitrarias, ejecuciones extrajudiciales y desapariciones forzadas».
Actualmente, Venezuela registra una tasa de 56,8 homicidios por cada 100.000 habitantes, según un informe de la ONU publicado en julio pasado, que colocó al país como el más violento de Sudamérica. El gobierno socialista rompió relaciones diplomáticas con Estados Unidos en enero, tras el apoyo de Trump al líder opositor Juan Guaidó, reconocido como presidente del país por medio centenar de naciones.
D.S.