Argentina: Las preguntas y respuestas sobre el juicio a la expresidenta Cristina Fernández

La expresidenta de Argentina Cristina Fernández hizo su primera comparecencia en un tribunal esta semana, iniciando una serie de juicios por acusaciones de corrupción. Fernández sigue siendo una persona tan popular como divisiva en Argentina. Hace poco sorprendió a muchos al anunciar que se presentará como candidata a la vicepresidencia, en lugar de a la presidencia, en los comicios de este año. A continuación, un vistazo al juicio y a su posible impacto en las elecciones presidenciales de este año.

¿Cuáles son los cargos?

En el primer proceso, que se espera dure alrededor de un año, Fernández está acusada de liderar una asociación ilícita que defraudó al Estado concediendo de forma ilegal contratos de obras públicas en la provincia sureña de Santa Cruz durante su mandato presidencial, entre 2007 y 2015.​

La fiscalía alega que unos 50 de esos contratos de infraestructuras beneficiaron a Lázaro Báez, un empresario cercano a Fernández y a su fallecido marido, Nestor Kirchner, que también fue su predecesor en la presidencia. Los fiscales también afirman que se asignó a Báez una cantidad desproporcionada de obras en la provincia, varios proyectos registraron sobrecostes y muchos nunca se terminaron.

Fernández, de centroizquierda, ha negado las acusaciones y descrito el juicio como una cortina de humo política. Ella acusa al gobierno de su sucesor, el conservador Mauricio Macri, de perseguirla con la esperanza de distraer a los votantes de los problemas económicos de Argentina y socavar su popularidad.

¿Puede ir a prisión?

Otros expresidentes argentinos han enfrentado juicios, pero Fernández es la única en hacerlo al mismo tiempo que tiene posibilidades de volver al poder.

Si es condenada, podría afrontar hasta 15 años de prisión.

Pero no es tan fácil: Fernández es senadora, lo que le concede inmunidad ante un arresto. Esa inmunidad solo podría levantarse con una improbable mayoría de dos tercios de los senadores del país. También el cargo de vicepresidenta conlleva inmunidad ante una detención.

De modo que incluso si es condenada es probable que vuelva al Congreso o quizá a la oficina de vicepresidenta.

¿A quién se juzga?

En el juicio actual hay 13 acusados, entre los que están la populista Fernández, su exministro de Planificación, Julio de Vido; su exsecretario de Obras Públicas, José López, y otras personas que ocuparon cargos durante su gobierno y el de su marido.

Las vistas continuarán en las próximas semanas, aunque se espera que Fernández solo vuelva a la sala para prestar declaración al final del juicio, cuando tendrá oportunidad de hablar antes del veredicto.

Más de 120 testigos serán llamados a declarar. Entre ellos está el exjefe de gabinete de la expresidenta, Albert Fernández, que ahora es el número uno de la lista electoral de su partido.

¿Cuán popular es?

Líderes de derechos humanos, políticos de izquierdas y sindicalistas mostraron su apoyo a Fernández en la corte el martes. Fuera, una multitud de simpatizantes coreó su nombre y ondeó banderas argentinas.

Pese a las muchas pruebas de irregularidades que han salido a la luz, el apoyo público a Fernández se ha mantenido a lo largo de los años, señaló Benjamin Gedan, experto argentino en el Woodrow Wilson International Center for Scholars.

Sin embargo, el analista señaló que las imágenes de la exmandataria en la corte no la ayudarían a ganar apoyos entre los indecisos para las elecciones en octubre.

¿Qué dicen sus detractores?

Sus críticos acusan a Fernández de corrupción endémica y de deteriorar la economía argentina.

Pero muchos argentinos son también escépticos con los tribunales, en un país donde los escándalos suelen acaparar titulares antes de diluirse en investigaciones lentas y a menudo inconclusas.

Según el último sondeo del Pew Research Center, señaló Gedan, solo el 18% de los argentinos dicen confiar en los tribunales.

¿Qué otros casos hay pendientes?

Fernández afronta numerosas investigaciones formales por acusaciones de lavado de dinero y asociación ilícita.

Y al igual que otros antiguos cargos, está acusada en otro juicio de haber encubierto el papel de varios iraníes supuestamente vinculados a un atentado terrorista en 1994 contra un centro judío de Buenos Aires, en el que murieron 85 personas.

El fiscal que recomendó en un principio presentar cargos en su contra, Alberto Nisman, murió días más tarde de un disparo en un caso rodeado de misterio y que sigue bajo investigación.